CAMBIAR LA ALIMENTACIÓN CON ÉXITO

Consejos de la veterinaria Hanna Stephan


Cambiar la alimentación de un gato a menudo supone que el dueño tiene que ejercitar mucho su paciencia. Se manifiesta así el carácter propio de la alimentación del gato. Sus receptores le "advierten" de lo desconocido. Este instinto hace que a menudo el cambio de alimentación sea complicado y lento. Una mayor cantidad de carne, así como un periodo de entremezclarla más largo pueden ayudar en la transición al alimento nuevo, para convencer al gato.


CONSEJO 1: CONDICIONAMIENTO

Al principio, el gato seguirá alimentándose de la comida habitual pero, durante unos días, coloque junto al bol con la anterior comida un plato con la nueva. El gato se irá acostumbrando al olor y lo integrará dentro del "esquema de presa". Así se va venciendo el rechazo o el "miedo" al nuevo alimento, hasta que ya no se considere "extraño".


CONSEJO 2: PASO A PASO

Cuando el gato se haya acostumbrado al nuevo olor, se pueden empezar a introducir pequeñas cantidades del nuevo alimento dentro del anterior. La duración de este proceso dependerá de cada gato. Cuanto más crítico sea el gato, menor cantidad del nuevo habrá que incluir al principio. Si el gato muestra mucho interés por el nuevo alimento o si lo prefiere al anterior, hará que el periodo de "entremezclar" sea más rápido o pueda incluso omitirse.


CONSEJO 3: ESTÍMULOS PARA COMER

Si durante un tiempo se calienta un poco el nuevo alimento o se le añade una pizca de sal, de aceite de pescado o de parmesano (siempre según el gusto de cada gato), esto puede ayudar en el proceso ya que hará que sea más atractivo para el gato.


CONSEJO 4: TRANQUILIDAD

Asegúrese de que el gato tiene un espacio tranquilo, en el que pueda estar a su aire para comer y en el que no sienta estrés y pueda olfatear a su gusto. Algunos gatos prefieren comer en lugares elevados porque eso les proporciona seguridad. ¿Cómo funciona el cambio de alimento? Cambiar la alimentación de un gato a menudo supone que el dueño tiene que ejercitar mucho su paciencia. Se manifiesta así el carácter propio de la alimentación del gato. Sus receptores le "advierten" de lo desconocido. Este instinto hace que a menudo el cambio de alimentación sea complicado y lento. Una mayor cantidad de carne, así como un periodo de entremezclarla más largo pueden ayudar en la transición al alimento nuevo, para convencer al gato. Algo que puede ayudar en el proceso de ganarnos al obstinado gourmet felino puede ser el calentar la comida o añadirle, por ejemplo, aceite de pescado o alguna golosina.